El segundo webinar de la Subred Temática de Áreas Protegidas Locales tuvo lugar el 6 de noviembre y contó con importantes actores en el tema, quienes discutieron y presentaron las características de las Reservas de la Biosfera Mata Atlântica, Cerrado, Serra do Espinhaço (Brasil) y Chocó Andino de Pichincha (Ecuador). El evento contó con la participación de la Secretaría Distrital de Ambiente de Bogotá (Colombia).
Rodrigo Corradi, gerente de Relaciones Institucionales y Advocacy de ICLEI América del Sur, dice que es cada vez más necesario pensar en la gestión de áreas protegidas locales como un beneficio y una necesidad para los gobiernos locales. “El proyecto ha demostrado grandes posibilidades para las áreas protegidas, y hemos podido ver en profundidad la capacidad de la red para crear sus propias articulaciones y proyectos en la temática”
Para Serena Heckler, Especialista de Programa en Ciencias Ecológicas y de la Tierra de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), hay una nueva forma de pensar sobre las reservas de la biosfera: “Es necesario contextualizar la relación entre los seres humanos y la naturaleza, y entendemos que las reservas de biosfera son territorios de vida y bienestar para la comunidad local ”.
El presidente del Consejo Nacional de la Reserva de la Biosfera de la Mata Atlântica, en Brasil, Clayton Lino, habló sobre los conceptos de reservas de biosfera en el contexto de América del Sur y Brasil. Según él, en Brasil hay pocas Reservas de la Biosfera, actualmente siete, estas reservas cubren el 24% del territorio nacional. “La Reserva de la Biosfera de la Mata Atlântica es la más grande de UNESCO. Hay casi 700 municipios viviendo dentro de la reserva ”.
También según Lino, uno de los ejes más importantes para el manejo de las reservas de biosfera es la promoción de un sistema de gestión participativo y descentralizado, que dará cada vez más capilaridad y mecanismos de trabajo para las reservas. “El punto central de participación de los municipios es reconectar al ser humano y el entorno urbano con la naturaleza. La naturaleza es fundamental a nivel planetario para la calidad de vida en las ciudades ”, concluyó.
El encuentro también contó con la participación de varios representantes de gobiernos locales y Reservas de la Biosfera.
El coordinador de la Reserva de la Biosfera Serra do Espinhaço, en Brasil, Miguel Andrade afirmó que uno de los puntos más importantes para llevar a cabo la gestión de las reservas es comprender la realidad local. “Aquí es donde realmente podemos ver las necesidades, y también preguntarnos: ¿cómo podemos gestionar un territorio tan amplio y diverso?”, preguntó. La Reserva de la Biosfera Serra do Espinhaço tiene más de 10 millones de hectáreas y 172 municipios cubiertos. “Una forma estratégica que adoptamos es tener un ambiente de cooperación entre las áreas protegidas y sus territorios, para que podamos descentralizar y administrar el territorio de manera más local, por ejemplo a través de los mosaicos de áreas protegidas. Por eso es tan importante la creación de redes. Solo así podremos reconocernos para dar a conocer el trabajo y las buenas prácticas para gestionar estas áreas ”.
Luiz Cláudio Oliveira, coordinador del Instituto Espinhaço y del Consejo Nacional de la Reserva de la Biosfera del Cerrado, dice que actualmente el 45% del área del bioma está ocupado por áreas productivas (áreas de pasto y agricultura), y sólo el 7% está ocupado por áreas de protección total. “La Reserva de la Biosfera del Cerrado tiene una misión muy desafiante de combinar esfuerzos de interés entre la producción, la conservación, la generación de conocimiento y la integración de iniciativas locales, y esto se hace a través del manejo integral del territorio. Para ello, dependemos en gran medida de la movilización local para articular estas iniciativas ”. El Cerrado es el lugar de nacimiento de las aguas en Brasil y es el segundo bioma más grande de América del Sur.
En opinión de Katerine Endara, directora de Gestión Ambiental de la Reserva de la Biosfera del Chocó Andino de Pichincha, en Ecuador, las reservas de la biosfera y áreas protegidas necesitan tener cada vez más espacio entre las políticas de sostenibilidad de las ciudades. “Estas áreas no se pueden proteger con puertas y cerraduras. De hecho, necesitamos desarrollar el potencial económico y natural de estas regiones ”. Aproximadamente 880.000 personas viven alrededor de la reserva.
Natalia Ramírez, Subdirectora de Ecosistemas y Ruralidad de la Secretaría Distrital de Ambiente de Bogotá, Colombia, dice que la capital colombiana está en proceso de crear una estructura ecológica transversal, sobre la cual se basan todos los ejes ecosistémicos que trabajarán para mitigar el cambio climático y construir una mejor ciudad para estas y otras generaciones. “La función básica del plan para desarrollar una estructura ecológica transversal es conducir la biodiversidad de la región para la regulación, creando bienestar para los ciudadanos de Bogotá”.
Serena Heckler, Especialista de Programa en Ciencias Ecológicas y de la Tierra de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), cerró el encuentro con la lección de que a partir de ahora “Debemos dejar de pensar que son áreas protegidas, pero en realidad son áreas que protegen. Las áreas de conservación son lo que necesitamos para vivir bien con la naturaleza, y eso es lo que también buscamos con las reservas de biosfera ”.
La Subred de Áreas Protegidas Locales está desarrollada en el contexto del proyecto regional Áreas Protegidas y otras medidas de conservación basadas en áreas a nivel de gobiernos locales, implementado por Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ) GmbH en asociación con ICLEI – Gobiernos locales para Sustentabilidad y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), y tiene como objetivo continuar las conexiones y aprendizajes generados durante los cuatro años del proyecto e ir más allá, multiplicando las lecciones aprendidas en conservación y preservación de la biodiversidad.