Tres ciudades argentinas construyen visión para una transición energética justa y sostenible para 2050

Realizado en Avellaneda, Rosario y La Plata, el Taller de Visión marcó el inicio de la elaboración de las Hojas de Rutas para Energías 100% Renovables en los municipios

01 de Jun de 2021

Crédito: Silvio Moriconi con intervención de Gustavo Marangon

El análisis de la demanda energética presente y futura es un paso fundamental para orientar la construcción de acciones relacionadas con las energías renovables y la eficiencia energética y, de esta forma, contribuir al desarrollo urbano sostenible.

 

Entre abril y mayo, los municipios de Avellaneda, Rosario y La Plata, en Argentina, realizaron el Taller Visión 2050, con la intención de preparar proyecciones de escenarios para el futuro de las ciudades y ofrecer inspiración a los actores involucrados en el proceso, estableciendo una base para acciones concretas en los territorios en relación con la transición energética.

 

Organizados con el apoyo de ICLEI, los talleres marcaron el inicio del desarrollo de las Hojas de Ruta de Energías 100% Renovables para los municipios. Durante el encuentro se presentaron las líneas base de las ciudades, recogiendo información sobre el estado actual del sistema energético, la composición de la matriz energética, las formas de generación y distribución de energía, así como la composición de la demanda actual, la proyección de la demanda futura y un estudio del potencial de generación de energía renovable. Los datos fueron recolectados por los ayuntamientos, con el apoyo de ICLEI. Acceda a los Informes de Estado Inicial de Avellaneda, Rosario y La Plata.

 

Además, se desarrolló un estudio sobre el panorama energético nacional, resumido en el informe Análisis de Escenario Energético de Argentina.

 

Avellaneda

 

Elegida como ciudad modelo para el proyecto 100% Energías Renovables en Argentina, Avellaneda realizó su Taller de Visión el 28 de abril. Asistieron el Intendente de Avellaneda, Dionisio Scarpin, el Secretario de Desarrollo de Ecosistemas y Cambio Climático del Gobierno de la Provincia de Santa Fe, Jorge Caminos, y la representante de la Dirección de Energías Renovables del Ministerio de Economía argentino, Gabriela Rijter, además de miembros del Grupo de Trabajo Local del proyecto.

 

El intendente Dionisio Scarpin dijo que participar en el proyecto es una oportunidad única para que la ciudad promueva un uso más eficiente de la energía. “Además de los resultados, lo más importante es lograr un cambio cultural, por hábito, en la forma en que queremos vivir en nuestra ciudad. A veces este es el punto más difícil, pero también el más necesario para que tengamos éxito en este viaje”, reflexiona Scarpin.

 

La transición energética, por tanto, debe verse más allá de la transformación de las tecnologías utilizadas para la generación y distribución de energía – para que sea limpia y accesible a todos -, pero también es fundamental involucrar en este proceso una profunda reflexión sobre la demanda y el uso de la energía en sí, con el fin de reducir la demanda energética futura y racionalizar las medidas de transición. Además, la eficiencia de los sistemas energéticos hace que sea más accesible y menos costoso mantener niveles adecuados de calidad de vida para todos los ciudadanos.

 

El intendente destacó la importancia de que el proyecto se apropie de los distintos ámbitos de los actores locales. “Es fundamental que dediquemos tiempo a pensar e imaginar la Avellaneda 2050. Estos sueños nos permitirán elaborar los diferentes pasos a dar en los próximos años para lograr las metas de energía 100% renovable, fortaleciéndonos como modelo de nuestra región y nuestro país.”

 

Según la legislación argentina, el uso de energía eléctrica procedente de fuentes renovables debería llegar al 20% de la demanda total al 2025. «En este sentido, los últimos años han sido alentadores», dijo Rijter, señalando que 122 proyectos de energías renovables están en operación en el país, en las 23 provincias – Santa Fe tiene cuatro iniciativas de este tipo, una en Avellaneda. «Queremos seguir de cerca un proyecto tan innovador y ambicioso como el que se está desarrollando en Avellaneda.»

 

Al establecer metas para la implementación y uso de fuentes de energía renovable, los gobiernos locales que participan en el proyecto buscan un cambio fundamental para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y aumentar la resiliencia en sus territorios. Además, contribuyen a los objetivos estratégicos del país y, en particular, a las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC) de Argentina, fortaleciendo los compromisos internacionales asumidos por el país en materia de reducción de emisiones.


Diagnóstico local

 

El taller presentó un diagnóstico del escenario energético de Avellaneda en los últimos años, elaborado por el Grupo de Trabajo Local (GTL) de la ciudad, con el apoyo de Marco Massacesi, consultor técnico del proyecto. En cuanto al consumo de energía, en 2016 el promedio de la ciudad fue de 100 GWh, y las grandes industrias representaron más de la mitad (56%) de ese número.

 

La Dra. Annette Steingrube, del Instituto Fraunhofer de Sistemas de Energía Solar (ISE), habló sobre la importancia de construir un modelo para el sistema energético de Avellaneda. Se trata de un modelo matemático, en el que se insertan datos locales para proyectar la demanda en 2050 y analizar la composición ideal de la matriz energética renovable de la ciudad para satisfacer las necesidades futuras.

 

Los modelos parten de la línea de base trazada por el GTL para considerar escenarios futuros para la generación de energía renovable. Steingrube presentó los parámetros, las consideraciones y los datos de entrada del modelo, así como sus resultados preliminares.

 

Según Steingrube, la ciudad tiene un alto potencial para la producción de biogás a partir de los residuos generados en las granjas avícolas y la instalación de plantas fotovoltaicas y eólicas en campos abiertos donde hay pastos. Sin embargo, el equilibrio adecuado en el uso de estas soluciones para satisfacer la demanda de energía depende de los costos de combustible y el costo de desarrollar tecnologías.

 

 

Justicia y transición energética

 

La transición energética es un proceso de largo plazo, fruto de acuerdos institucionales, tecnológicos, sociales y ambientales. Esta es la opinión de la Dra. Rita Lambert, profesora del University College London, quien presentó los principios fundamentales relacionados con el diseño de transiciones energéticas y las lecciones que se pueden aprender de las comunidades a las que no llega la red energética tradicional.

 

“Es importante reconocer a todas las personas que forman parte de este sistema, evaluando los beneficios y daños de este proceso y los componentes clave para asegurar que estas transiciones sean más sostenibles y justas. Es necesario considerar la justicia como fundamental para la transición energética. Una transición injusta no es sostenible”, dice la profesora.

 

Compartió las reflexiones obtenidas en el proyecto de investigación GEMDev (Modelos Energéticos para el Desarrollo Urbano Equitativo en el Sur Global), que contribuye a la toma de decisiones inclusivas que establecen un sistema energético sostenible, seguro y accesible, vinculado a una vivienda digna para todos. Dado que las ciudades del sur global crecen principalmente a través de procesos informales, es fundamental considerar las desigualdades y las prácticas cotidianas de los asentamientos informales para diseñar una transición energética sostenible y justa.

 

“Cuando hablamos de este tema hay que tener en cuenta las relaciones con otros sistemas, como la vivienda o el urbanismo. La reconfiguración del espacio tiene consecuencias sobre el consumo de energía, las relaciones sociales, las oportunidades laborales, el confort térmico y la cultura. Requiere repensar el tipo de ciudad que se está construyendo en nombre del progreso”, apunta Lambert.

 

Ciudad centrada en el bienestar

 

Presente en la inauguración del encuentro, el secretario ejecutivo de ICLEI América del Sur, Rodrigo Perpétuo, reforzó la inspiración que Avellaneda está ofreciendo no solo a los municipios argentinos, sino también a todas las ciudades del sur global.

 

“Los proyectos de transición energética innovadores nos brindan la oportunidad de escalar y fortalecer la carrera hacia la neutralidad de carbono. El liderazgo de Avellaneda y el involucramiento de actores multinivel, sumado a la participación de la sociedad civil y la academia, dan legitimidad y calidad a este proceso de transformación”, observó.

 

La directora de ICLEI Argentina, María Julia Reyna, destacó el rol de Avellaneda como ciudad modelo para 100% ER en el país. “Esta es una gran oportunidad para alinear esfuerzos, con un diálogo entre diferentes actores. La gobernanza es la forma de construir una ciudad centrada en el bienestar y el desarrollo sostenible”.

 

Visión 2050 – Avellaneda

 

 

La segunda etapa del taller brindó un momento para que los actores involucrados en el proceso de transición energética de Avellaneda consideren los principios que serán incluidos en la Hoja de Ruta de la ciudad.

 

Entre los sueños a cumplir en el corto plazo, se enumeraron la participación de las juventudes en temas climáticos y la descentralización del sistema energético; para el mediano plazo, se incluye la aplicación de la eficiencia energética en la oferta y demanda de energía, además de un mayor incentivo para el uso de energías limpias; a largo plazo, se espera que los recursos energéticos se consideren un insumo local, más que un commodity, y generen energía a partir de todos los residuos producidos en el territorio.

 

Visión 2050 – Rosario 

 

 

El 13 de mayo le tocó a Rosario realizar su Taller Visión 2050, reuniendo a actores locales para soñar con una ciudad que llegue al año 2050 más resiliente y sostenible.

 

Entre los participantes de la sesión estuvieron Diego Leone, secretario de Medio Ambiente y Espacio Público de Rosario; así como Gabriela Ritjer, Jorge Caminos, Rodrigo Perpétuo y Maria Julia Reyna.

 

“En Rosario tenemos la costumbre de trabajar todos los temas ambientales y energéticos, como se hizo en la elaboración de nuestro Plan de Acción Climática”, declaró Leone. «Agradecemos la oportunidad de trabajar con ICLEI para que nuestra ciudad tenga un proyecto claro y conciso sobre energías renovables.»

 

En representación de la coordinación técnica de la Subsecretaría de Medio Ambiente, Daniela Mastrangelo apuesta por la creación de un modelo descentralizado de distribución de energía al 2050, en el que todos puedan generar su propia energía. “Sin embargo, la transición energética no se trata solo de facilitar el acceso a fuentes de energía renovables, sino también de repensar cómo las usamos. Es vital cuestionar el alto consumo energético y este es un gran desafío cultural”, reflexionó.

 

Entre los sueños enumerados por los participantes se encuentran la implementación de generación distribuida, incluyendo planes de financiamiento de acceso, y la creación de estrategias para asegurar la movilidad sustentable.

 

Visión 2050 – La Plata

 

 

El 17 de mayo se llevó a cabo en La Plata el Taller Visión 2050. La reunión ayudó a la ciudad a dar su primer paso en la construcción de una visión compartida para el desarrollo de Energías 100% Renovables para el año 2050, siendo un espacio colaborativo para avanzar en la transición energética de la ciudad.

 

Además de María Julia Reyna y Gabriela Rijter, la reunión contó con la presencia de Gustavo Kienzelmann, director general de Atracción de Inversiones y Relaciones Internacionales de la ciudad, y Mercedes Fino, de la Organización para el Desarrollo Sostenible de Buenos Aires.

 

Kienzelmann agradeció a los presentes su participación y colaboración. “Estamos convencidos y queremos que La Plata asuma el compromiso relacionado con la transición energética y la posible búsqueda de la neutralidad de carbono. Tanto en el país como en la región, creemos que hay condiciones para avanzar.”

 

Los actores locales involucrados en este proceso podrían soñar con un La Plata más resiliente y sostenible en 2050, con diversificación de la matriz energética y planificación estratégica participativa.