Las presiones del modelo de desarrollo adoptado en el siglo XX, basado en el consumo acelerado de recursos naturales y la creciente urbanización, generaron grandes desafíos para la protección y conservación de la biodiversidad y para enfrentar los efectos de la emergencia climática en los territorios. A la luz de la conservación de los ecosistemas, la promoción del uso adecuado de los recursos naturales y la búsqueda de una mayor resiliencia en las ciudades en el contexto de los cambios globales, es necesario repensar los modelos de desarrollo.
Es precisamente a nivel local donde los efectos drásticos de la emergencia climática y la supresión de la biodiversidad se sienten más extremos. Por esta razón, se hace cada vez más necesario implementar acciones, por parte de los gobiernos locales, enfocadas a mantener y aumentar la biodiversidad en sus territorios. Se ha demostrado que invertir en Soluciones basadas en la Naturaleza (SbN) es eficaz para prevenir o minimizar la mayoría de los problemas, así como para lograr la resiliencia climática en entornos urbanos.