por Rodrigo Perpétuo, secretario ejecutivo de ICLEI América del Sur.
No por casualidad, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) eligió, antes de la nueva pandemia de coronavirus, a Colombia como sede de las actividades de la fecha.
Considerado uno de los países con mayor diversidad ambiental, Colombia sostiene aproximadamente el 10% de la biodiversidad de todo el planeta.
De los 17 países megadiversos del mundo, que en conjunto representan el 70% de la biodiversidad del planeta, cinco están en América del Sur. Además de Colombia, están también Brasil, Ecuador, Perú y Venezuela.
En Brasil, la variedad de vida es abundante: más del 20% del número total de especies en la Tierra se encuentra en territorio brasileño. El país tiene una gran variedad de biomas y ecosistemas, como bosques, cerrado, caatinga, arrecifes de coral, dunas, manglares, lagunas y pantanos.
Sin embargo, hoy en el Amazonas tenemos elementos que perturban y estresan todo el ecosistema (incendios, deforestación, tráfico pesado de minería y acaparamiento ilegal de tierras) y que incluso pueden generar epidemias y pandemias como el nuevo coronavirus.
Según el Instituto Nacional de Investigación Espacial (Inpe), las alertas de deforestación en la selva amazónica crecieron un 63,75% en abril de este año en comparación con el mismo período del año pasado. El aumento se produce después de un primer trimestre que rompió el récord histórico de deforestación de los últimos cuatro años.
Cooperación entre ciudades amazónicas: vínculo importante para mantener el bosque en pie
La cooperación entre los países amazónicos es una condición importante para la conservación de la Amazonía, que crea oportunidades para el desarrollo sustentable y el bienestar de su población.
En septiembre de 2019, se firmó el Pacto de Ciudades del Amazonas en Manaus (ciudade capital del estado), resultado de una discusión entre alcaldes y representantes de 775 municipios que conforman la Amazonía Legal Brasileña, afirmando su compromiso con el desarrollo sustentable.
La reunión promovida por ICLEI América del Sur en asociación con CB27 (Foro de Secretarios Municipales para el Medio Ambiente de las Capitales Brasileñas), la Fundación Konrad Adenauer y la Municipalidad de Manaus, fue histórico para que las ciudades amazónicas reproduzcan sus voces en grandes reuniones nacionales e internacionales que discuten la importancia de la preservación y la inversión sustentable. El Pacto ya recibió el respaldo de casi 10,000 ayuntamientos y organizaciones de todo el mundo.
Biodiversidad x Covid-19
El aumento de la población, combinado con las formas de producción y consumo consolidadas en los últimos dos siglos, han ejercido una presión sin precedentes sobre la biosfera.
La ciencia señala claramente que las crisis de perturbación en el mundo ecológico (como la deforestación, la agricultura y la ganadería intensivas y la aceleración del cambio climático), junto con la pérdida de biodiversidad, favorecen la transmisión de patógenos entre animales y personas.
Según el informe Fronteras 2016 sobre cuestiones emergentes de interés ambiental del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, aproximadamente el 60% de las enfermedades infecciosas humanas y el 75% de las enfermedades infecciosas emergentes son zoonóticas, o sea, transmitidas a través de animales.
En un contexto en el que un millón de especies de animales y plantas están en peligro de extinción, la defensa de la biodiversidad es esencial para la recuperación de los ecosistemas degradados, siendo un pilar importante para combatir la crisis climática, la inseguridad alimentaria, garantizar el suministro de agua y evitan la propagación de patógenos como el nuevo coronavirus, ya que, cuanto más biodiverso es un ecosistema, más difícil es que un patógeno se propague rápidamente.
El futuro que queremos (re)construir
Las proyecciones de la Plataforma Intergubernamental de Servicios de Biodiversidad y Ecosistemas (IPBES) indican que se espera que las tendencias negativas en la biodiversidad y los ecosistemas obstaculicen el progreso de nueve de los 17 Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS) en un 80%.
Los gobiernos locales han sido cada vez más reconocidos en las convenciones internacionales, pero aún enfrentan desafíos financieros, técnicos y administrativos en su estructura.
Para el futuro que estamos (re)construyendo, es necesario mejorar las condiciones de los gobiernos locales para conservar la biodiversidad a través del manejo efectivo y equitativo de las áreas protegidas y otras medidas de conservación, desarrollo de capacidades y gobernanza a nivel local, reconociendo el papel de los gobiernos locales mediante marcos legales o institucionales y publicitando los beneficios de las áreas protegidas y otras medidas locales de conservación.
La participación de los gobiernos locales es la mejor manera para que la sociedad se apropie de las agendas mundiales de desarrollo sustentable. ¡Es la mejor manera de hacer cumplir los principios rectores de la agenda de los ODS: paz + personas + planeta + asociaciones + prosperidad!