Día Mundial del Agua: iniciativa recupera manantiales en el interior de MG

“Semeando Florestas, Colhendo Águas” recupera áreas degradadas y contribuye a la recuperación hidrográfica de la región

22 de Mar de 2021

Crédito: Px Here

Celebrado el 22 de marzo, el Día Mundial del Agua fue creado en 1992 por Naciones Unidas con el objetivo de reforzar la importancia vital de este recurso natural. En la actualidad, sin embargo, el suministro natural de agua se encuentra en grave riesgo debido a varios factores, como el mal uso, los hábitos de consumo exagerados y, en muchos casos, la gestión problemática de su uso en las zonas urbanas.

 

En las últimas décadas, las ciudades han sufrido consecuencias de este mal uso del agua, como largos períodos de sequía y sequía, falta de acceso a saneamiento básico, baja calidad del agua e inundaciones recurrentes, impactando directamente en la calidad de vida de la población.

 

En este sentido, ICLEI aprovecha esta fecha de celebración para destacar la acción de uno de sus asociados en América del Sur, el Instituto Espinhaço, que ha estado trabajando intensamente para recuperar los bosques y regenerar las aguas de la región de la Serra do Espinhaço, en el interior de Minas Gerais.

 

Lanzado en 2015, el proyecto “Semeando Florestas, Colhendo Águas” ha venido recuperando áreas degradadas y contribuyendo a la conservación de los bosques nativos, fortaleciendo la lucha contra la emergencia climática al reducir la concentración de CO² en la atmósfera. Hasta la fecha, el proyecto ha plantado alrededor de 3,5 millones de árboles en una región que abarca 117 municipios y, sobre todo, está recuperando la cuenca hidrográfica de la Serra do Espinhaço.

 

El director administrativo del Instituto Espinhaço, Felipe Xavier, dice que todo el trabajo del proyecto está enfocado a la rehabilitación de áreas degradadas para que puedan volver a producir agua de calidad. “La recomposición vegetal y la conservación de suelos son procesos destinados a recuperar fuentes de abastecimiento público de agua, como manantiales, acuíferos y manantiales”, observa.

 

Según el Índice de Vulnerabilidad Climática de Minas Gerais (IMVC), más de cinco millones de personas se ven directamente afectadas por la crisis climática en Minas Gerais, es decir, casi el 25% de la población del estado. Aún así, según el estudio, más de la mitad de los 853 municipios de Minas Gerais tienen baja capacidad para adaptarse a los cambios climáticos y sus efectos; El 78% son muy sensibles a estos cambios; y el 15% se encuentran en zonas de extrema vulnerabilidad.

 

“El nombre del proyecto no es solo simbólico”, dice Xavier. “La idea es que podamos producir agua con más calidad y también en mayor cantidad, buscando recursos económicos para cuidar el suelo y los bosques, así como la biodiversidad y la fauna. Así, a medio y largo plazo aumentaremos tanto la cantidad como la calidad del agua”.

 

El proyecto “Semeando Florestas, Colhendo Águas” ganó recientemente el Premio Hugo de Werneck, considerado el Oscar de la ecología, en la categoría Mejor Ejemplo en Biodiversidad – Agua. Además de las labores de recuperación hídrica y forestal, la iniciativa realiza labores de movilización social y ambiental con la población de la región, a través de procesos de educación ambiental en temas como uso del suelo y manejo de áreas rurales, estimulando tanto la productividad de los agricultores locales como protección ambiental.

 

“Si no hay un buen acondicionamiento del suelo, se dañará e influirá en la calidad del agua. ¿Cuál será la consecuencia para la población? Cuanta más conciencia sobre esto, mejores serán los resultados de esta movilización”, apunta Xavier.

 

“La degradación del suelo tiene un impacto en la calidad del agua y debemos cerrar este grifo. Brasil es el país que produce más agua dulce del mundo. El campo proporciona alimento para el área urbana, pero no es solo alimento. El campo también produce agua».

 

El Instituto Espinhaço está asociado al ICLEI desde 2018. En opinión de Xavier, las agendas urbana y rural están territorialmente separadas, pero tienen una relación de sinergia y dependencia. «Obviamente contribuimos al desarrollo urbano sostenible produciendo agua para las ciudades, demostrando cómo los manantiales que se están recuperando impactan incluso en la producción de alimentos mejores y más saludables».

 

ICLEI cree que la integración de Soluciones Basadas en la Naturaleza (SbN) en la planificación urbana ofrece varios beneficios para aumentar la biodiversidad en áreas urbanas, incluido el apoyo en la gestión y el tratamiento de aguas pluviales y residuales y la mejora de la calidad del agua. “No hay acción que desarrollamos que no esté asociada a la agenda urbana”, concluye Xavier.