Buenos Aires, Recife y Campinas tienen varias cosas en común. Todas son grandes ciudades de América Latina lidiando con los impactos del cambio climático, que van desde sequías hasta períodos de intensas lluvias e inundaciones.
También comparten un fuerte compromiso de tomar medidas para enfrentar la cuestión climática. Estas ciudades están comprometidas con el Pacto Global de Alcaldes por el Clima y la Energía, lo que significa que forman parte de una alianza internacional de ciudades y gobiernos locales que realizan acciones voluntarias para construir una sociedad de bajo carbono y resiliente. Estas tres ciudades estaban juntas en la COP23 en Bonn para contar sus historias y mostrar cómo ciudades comprometidas con el Pacto Global de Alcaldes están promoviendo la acción climática y la sostenibilidad en América Latina.
Buenos Aires, Argentina, está actuando en varios frentes para alcanzar su objetivo de ser neutro en carbono hasta 2050, a más tardar. La ciudad creó su primera agencia de energía y presentó políticas y medidas concretas para la eficiencia energética. Al mismo tiempo, la capital argentina estableció una ley de basura cero con metas concretas para recuperar materiales reciclables. Al hacerlo, la ciudad no sólo trajo un cambio radical en la gestión de residuos, sino que también creó nuevas oportunidades de empleo.
La congestión de tráfico en Buenos Aires sigue siendo un problema, pero la ciudad está logrando avances para mejorar las rutas de ciclismo y el transporte sostenible, garantizando que haya un sistema robusto de autobús y metro que conecte a los pasajeros hasta el centro de la ciudad.
Recife, en Brasil, está avanzando sobre la acción climática por medio de una combinación de instrumentos políticos, compromiso de la sociedad civil e intervenciones técnicas. La ciudad está mejorando sus sistemas de agua, reduciendo la temperatura de la superficie y enfatizando proyectos de infraestructura verde para transformar el área. Estas acciones se derivan de una realización política desde hace varios años que la ciudad podría transformarse y planificarse para los impactos reales y ya en marcha del cambio climático.
Campinas, en Brasil, está realizando cambios amplios. La ciudad está restaurando vegetación y mejorando los sistemas de agua y saneamiento. También están creando 189 km de rutas de bicicleta y ya han implantado 30km. Además, están desarrollando nuevos parques y áreas verdes en toda la ciudad. Campinas también tiene planes para mejorar el saneamiento en la ciudad, proporcionando acceso universal, así como un sistema de gestión y tratamiento de lodo.
Estas ciudades están haciendo su parte para avanzar sus objetivos, pero podría avanzar aún más con un mejor acceso a la financiación. Este es, para muchas ciudades, uno de los mayores desafíos que enfrentan cuando se trata de implementar políticas públicas.
*Traduccíon del blogpost publicado en el CityTalk Blog, de ICLEI. Acceda al contenido original en inglés. En el marco de las discusiones de la sesión celebrada en la COP23, el 14 de noviembre, con la participación de Maurício Guerra, Secretario Ejecutivo de Sostenibilidad del Ayuntamiento de Recife, Rogério Menezes, Secretario del Verde, Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible de Campinas, Paula Brufman, de Buenos Aires y Cristiana Fragola, Directora de Alianzas y Relaciones Gubernamentales del Pacto Global de Alcaldes por el Clima y la Energía.