Para la implementación del proyecto “NaBa: Ciudades Resilientes Basadas en la Naturaleza” fueron seleccionadas 6 ciudades colombianas modelo a través de una competida y exigente convocatoria. Bucaramanga, Yopal, Montería, Villavicencio, Pereira y Pasto recibirán apoyo del proyecto en la implementación de acciones locales en relación a cambio climático y biodiversidad y participación popular.
Las ciudades modelo obtendrán: Mapas diagnósticos y temáticos de los servicios ecosistémicos y de los aportes de la naturaleza a las personas; Evaluaciones de riesgo y vulnerabilidad al cambio climático centradas en las comunidades urbanas y los activos ecológicos de la ciudad; Mapeo de las partes interesadas que se incluirán en las actividades de capacitación, formación, comunicación y divulgación, entre otros.
NaBa es un proyecto ambicioso que combina la acción climática y la conservación y uso sostenible de la biodiversidad y los ecosistemas a través de las Soluciones Basadas en la Naturaleza y la Adaptación basada en Ecosistemas.
Ciudad Modelo NaBa: Bucaramanga
La capital de Santander y principal urbe de la región oriental, cuenta con diversos parques, grandes avenidas y una agitada vida comercial. Su desarrollo infraestructural, industrial y cultural junto a la amabilidad y calidez de su gente la hacen merecedora del apodo de “La ciudad bonita”. Descubra por qué Bucaramanga es una ciudad modelo.
Ciudad Modelo NaBa: Yopal
La capital del departamento de Casanare, es uno de los atractivos turísticos más hermosos y emocionantes en cuanto a naturaleza se refiere, sea por sus paisajes, por sus atardeceres o por la llanura en la que está inmersa. Descubra por qué Yopal es una ciudad modelo.
Ciudad Modelo NaBa: Montería
La ciudad de las golondrinas o la capital ganadera de Colombia, es de gran interés, no solo por su cercanía con la playa y el mar, sino también por ser una ciudad moderna con un ambiente cálido y acogedor. Además, la capital de Córdoba tiene uno de los valles más fértiles del mundo y posee una riqueza cultural dada por la mezcla de diferentes pueblos indígenas con extranjeros y afrodescendientes. Descubra por qué Montería es una ciudad modelo.
Ciudad Modelo NaBa: Villavicencio
La capital del departamento del Meta, es un punto de conexión y puerta de la región de la Orinoquía, cuenta con una gran riqueza natural, cultural y tradicional. Además de una diversidad ecológica, gracias a los parques, paisajes y reservas que la rodean y que permiten apreciar la fauna y flora típica de la región incluyendo algunas especies endémicas. Descubra por qué Villavicencio es una ciudad modelo.
Ciudad Modelo NaBa: Pereira
La capital de Risaralda, es parte del Paisaje Cultural Cafetero colombiano, es fruto de la colonización antioqueña y por ello sus habitantes conservan rasgos de la cultura de los arrieros, tales como la amabilidad y el emprendimiento. Allí se pueden practicar deportes de aventura; relajarse en aguas termales y visitar reservas naturales y espacios dedicados a la cultura, e incluso es posible ver la nieve. Descubra por qué Pereira es una ciudad modelo.
Ciudad Modelo NaBa: Pasto
La capital del departamento de Nariño se destaca por la majestuosidad de su Carnaval de Negros y Blancos, fiestas tradicionales catalogadas como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad; así mismo, el paisaje, la diversidad, la riqueza natural de sus campos, la infraestructura religiosa de la ciudad, y su especial ubicación entre el área andina, pie de monte costero y amazónico, zona fronteriza; socialmente plurietnica y multicultural, hacen de esta la “Ciudad Sorpresa”. Descubra por qué Pasto es una ciudad modelo.
Sobre el proyecto
El proyecto NaBa: Ciudades Resilientes Basadas en la Naturaleza (por sus siglas en inglés) hace parte del portafolio del Colombia–UK PACT programme y es implementado por ICLEI – Gobiernos Locales por la Sostenibilidad, World Resources Institute (WRI) y el Instituto Alexander von Humboldt.
El proyecto NaBa está sustentado bajo la premisa que tanto la pérdida de biodiversidad como el cambio climático son impulsadas por las actividades humanas y se refuerzan mutuamente, por lo cual ninguna de las dos se podrá afrontar con éxito si no se abordan de manera conjunta.
El proyecto cuenta con una duración aprobada por el financiador de un año calendario, comenzando en mayo 23 del 2022 hasta mayo 22 del 2023, con posibilidad de extensión hasta por otros dos años.